Desde el espacio Juicio y Castigo queremos repudiar una vez más a la Cámara de Casación Penal de la Nación, en esta oportunidad a la Sala 1, por otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria al genocida Luis Américo Muñoz, condenado a prisión perpetua por graves crímenes de lesa humanidad.
Muñoz, recibió hace menos de un año su sentencia como autor mediato del secuestro, torturas y asesinato de Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi, perpetrados el 14 de mayo de 1983, sobre el fin de la última dictadura cívico militar.
Semanas atrás, aunque tomó estado público recién hace unos días, el militar retirado obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, que cumplirá en su vivienda de calle Lavalle al 300 de la ciudad de San Luis, en lo que lamentablemente se ha convertido en una clara tendencia hacia la impunidad por parte de los tribunales superiores de Justicia Federal.
El represor, quien era el segundo jefe del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario en aquellos años, obtuvo el beneficio por parte de la Cámara Nacional de Casación Penal, al que llegó por una apelación contra la resolución de la Cámara Federal de Rosario, que le había denegado el pedido de prisión domiciliaria.
En mayo del año pasado fue condenado, junto al ex comisario Luis Abelardo Patti y otros dos represores, a prisión perpetua como autor mediato de los homicidios de los ex militantes montoneros Osvaldo Agustín Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, secuestrados del bar Magnum de Rosario en mayo de 1983 y asesinados a tiros en un camino rural de la localidad bonaerense de Lima, previa aplicación de tormentos.
Debemos señalar que desde la llegada al gobierno del presidente Mauricio Macri, junto con las expresiones negacionistas de encumbrados funcionarios y el vaciamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, los tribunales federales han iniciado un camino de retroceso en el proceso de condena a los genocidas, que se expresa en fallos como el que acaba de otorgar la domiciliaria a Muñoz.
Repudiamos esta actitud de buena parte de la Justicia Federal, que se muestra garantista con los ladrones de bebés, torturadores, asesinos y vendepatria de la dictadura; que se niega a juzgar a los empresarios que se enriquecieron con la sangre de nuestro pueblo y el endeudamiento de la Nación, pero que blande su mano dura para criminalizar a manifestantes que hacen un piquete en defensa de su trabajo, o para mantener en prisión a referentes sociales como Milagro Sala.
Muñoz, recibió hace menos de un año su sentencia como autor mediato del secuestro, torturas y asesinato de Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi, perpetrados el 14 de mayo de 1983, sobre el fin de la última dictadura cívico militar.
Semanas atrás, aunque tomó estado público recién hace unos días, el militar retirado obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, que cumplirá en su vivienda de calle Lavalle al 300 de la ciudad de San Luis, en lo que lamentablemente se ha convertido en una clara tendencia hacia la impunidad por parte de los tribunales superiores de Justicia Federal.
El represor, quien era el segundo jefe del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario en aquellos años, obtuvo el beneficio por parte de la Cámara Nacional de Casación Penal, al que llegó por una apelación contra la resolución de la Cámara Federal de Rosario, que le había denegado el pedido de prisión domiciliaria.
En mayo del año pasado fue condenado, junto al ex comisario Luis Abelardo Patti y otros dos represores, a prisión perpetua como autor mediato de los homicidios de los ex militantes montoneros Osvaldo Agustín Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, secuestrados del bar Magnum de Rosario en mayo de 1983 y asesinados a tiros en un camino rural de la localidad bonaerense de Lima, previa aplicación de tormentos.
Debemos señalar que desde la llegada al gobierno del presidente Mauricio Macri, junto con las expresiones negacionistas de encumbrados funcionarios y el vaciamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, los tribunales federales han iniciado un camino de retroceso en el proceso de condena a los genocidas, que se expresa en fallos como el que acaba de otorgar la domiciliaria a Muñoz.
Repudiamos esta actitud de buena parte de la Justicia Federal, que se muestra garantista con los ladrones de bebés, torturadores, asesinos y vendepatria de la dictadura; que se niega a juzgar a los empresarios que se enriquecieron con la sangre de nuestro pueblo y el endeudamiento de la Nación, pero que blande su mano dura para criminalizar a manifestantes que hacen un piquete en defensa de su trabajo, o para mantener en prisión a referentes sociales como Milagro Sala.
Comentarios