Oscar ha vuelto!


La noticia de la identificación de Oscar fue muy fuerte para nosotros, es una mezcla de alegría, tristeza, angustia, y otros sentimientos que provocan una situación como ésta, pero sobre todo lo sentimos como una victoria de los que luchamos contra la impunidad, el silencio, la mentira, la ignorancia, la indiferencia, los prejuicios, el individualismo y la complicidad de tantos que apoyaron, encubrieron y justificaron tantos crímenes atroces.
Es una nueva etapa en la que debemos reconstruir lo sucedido, armar el rompecabezas de esta historia, transitar nuevas búsquedas de verdad y justicia. Oscar ha dejado su huella por donde nosotros caminamos. No claudicamos en los ideales de libertad, igualdad, solidaridad, soberanía y justicia social que él tenía y que sobreviven en nosotros.
Durante mucho tiempo convivimos con la teoría de los dos demonios que fuera ejercida fuertemente por los medios de comunicación, los empleados de las corporaciones mediáticas, económicas y políticas beneficiadas por la dictadura que buscaban la destrucción de la Argentina, y que luego con la instalación del neoliberalismo se busco profundizar el modelo de patria dependiente, que tanto daño le hizo al país. Estos sectores políticos, económicos y mediáticos apuntalaron la impunidad del brazo ejecutor de la dictadura, garantizando también su propia impunidad, apañados por la cúpula de la iglesia que bendijo a los asesinos y también por la Justicia que fue funcional, por acción u omisión, al terrorismo de Estado.
A partir de 2003, con la presidencia de Kirchner, y un cambio sustancial en política de DDHH, tan postergada por los gobiernos anteriores, hemos podido llegar a los juicios que hoy en día se llevan a cabo en todo el país que hacen posible recuperar la dignidad y construir un relato coherente de lo sucedido durante la dictadura. Es necesario que los asesinos también estén presos durante el transcurso de los juicios y cumplan sus condenas en cárceles comunes y sin privilegios.
La permanencia de muchos jueces que actuaron durante la dictadura y siguen enquistados en sus mostradores impartiendo injusticia, hace que los juicios se dilaten, favoreciendo a los reos y a sus defensas, poniendo trabas permanentes, dándoles privilegios en la detención y en el proceso penal a estos genocidas que no dieron a sus víctimas ninguna posibilidad de defensa.
Lo más increíble es que estos asesinos, después de tantos años, siguen manteniendo los pactos de silencio sobre el paradero de tantos desaparecidos e hijos apropiados, orgullosos de su ideología y de sus atroces crímenes, no tienen ni una pizca de dignidad para hacerse cargo de lo que hicieron, por eso exigimos a estas bestias que nos digan de una vez por todas, dónde están los compañeros.
Es insoslayable recordar el dolor de personas que lucharon por encontrar a Oscar, principalmente a su padre, mi abuelo, Alfredo Bouvier, quien participó activamente en organismos de DDHH buscando a su hijo con todas sus fuerzas, renunciando a la UCR en Diciembre de 1986 - partido al que estuvo afiliado durante 55 años, habiendo ocupado la secretaría del partido ad-hoc, y nunca un cargo remunerado- debido al proyecto de Obediencia Debida y Punto final y al igual que mi abuela María Aurelia Inés Delgado, no pudo vivir para este reencuentro.
Queremos también agradecer especialmente al Equipo Argentino de Antropología Forense, por su gran trabajo en la búsqueda y la identificación de tantos compañeros, que recobran su identidad después de muchos años. La recuperación de sus restos, para que finalmente podamos despedirlos y revalorizar el perfil de luchador del campo popular que fiel a sus convicciones, ofrendó la vida por la causa de la liberación del pueblo. Agradecer desde el sentimiento y el compromiso a las Madres de la Plaza, a mis compañeros de H.I.J.O.S con los que compartimos años de lucha, y en general a todos aquellos que adhieren a esta causa.
El encuentro con la identidad de Oscar Alfredo Bouvier el 5 de Noviembre de 2010, fecha en la que cumpliría 55 años, después de 34 años de permanecer enterrado inmerecidamente como NN, en el Cementerio Municipal de Santa Fe tiene un gran valor. Las palabras del dictador Videla sobre la falta de entidad del “desaparecido” “no está muerto ni vivo, está desaparecido”, se derrumban con la aparición de cada uno de los restos de nuestros seres queridos que son encontrados y con ellos su identidad. Apareció Oscar y creo que es un momento histórico clave para que aparezca, hemos conseguido borrar las palabras del dictador, del genocida, del asesino, Oscar ha Vuelto!!

*Agradecemos el espacio que nos brindó generosamente la U.N.R.

Texto leído este jueves por Pedro Bouvier en conferencia de prensa realizada por la identificación de su padre asesinado por la dictadura Oscar Alfredo Bouvier, desaparecido durante 34 años.

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