Cientos de juicios contra los genocidas a lo largo y a lo ancho del país y en nuestra provincia, incluyendo la condena ejemplar a los cinco represores del primer proceso oral contra los responsables de la dictadura en Rosario (con cárcel común y prisión perpetua), son el resultado de la lucha desplegada por más de treinta años; la muestra de que las victorias son posibles cuando una bandera es levantada por todo el pueblo, y la confirmación de que el camino de construcción social de verdad y justicia ya no tiene retorno.
A treinta y cinco años del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976; que puso en marcha la maquinaria genocida más poderosa de la que tengamos memoria desde el genocidio a nuestros pueblos originarios, (aunque no olvidamos que tiempo antes, la triple A ya venía asesinando a miles militantes), venimos a reivindicar la memoria de nuestros 30 mil compañeros desaparecidos, y a toda una generación de hombres y mujeres comprometidos con la lucha por una patria para todos, una generación heroica, que incluso a dio su vida por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.
(hasta acá Madres)
Comparable con las luchas por la independencia a principio del siglo 19, durante las décadas del 60 y 70, el país vivió un proceso de enorme participación política del pueblo, en el que se debatía qué modelo de país se quería para el presente y para el futuro. Movimientos de trabajadores, estudiantes, vecinos y religiosos, se multiplicaban por toda América del Sur, con el convencimiento de que la organización popular era la herramienta para transformar las estructuras sociales de dominación y crear una sociedad sin excluidos. Hombres y mujeres concientes de su lucha por la liberación nacional, el socialismo, revolucionarios y combatientes; con distintas ideologías, identidades y diferencias en sus métodos de acción, pero con la convicción compartida de que un futuro de justicia e igualdad, se debía construir en un compromiso cotidiano, que cada uno llevaba adelante pensándose unido a otros miles de compañeros en un sueño común y al alcance de la mano.
La justicia social, la unión latinoamericana, los derechos los trabajadores, de la mujer, de los jubilados y de la niñez, fueron banderas de nuestros compañeros y son estandartes que nos siguen convocando. Somos los y las trabajadores, estudiantes, profesionales, docentes, religiosos, hombres y mujeres del pueblo; los que debemos transformarnos en partícipes activos de los destinos de nuestra comunidad, desde cada uno de nuestros lugares.
Y así, como llenamos este monumento para exigir el juicio y castigo a los terroristas de estado, debemos seguir luchando juntos hacia un horizonte en el que se garanticen para todo nuestro pueblo la vigencia irrestricta de los derechos humanos, entendidos estos en su sentido más amplio: donde todos los compatriotas tengan acceso al trabajo digno, a la vivienda, a la vejez, a la organización gremial, y a la salud y educación públicas y gratuitas, a la infancia plena. En este punto queremos remarcar que las propuestas de baja de la imputabilidad deben ser entendidas como un atentado contra la niñez y la adolescencia, así como el hambre de nuestro pibes, debe ser considerado un crimen.
Por eso debemos estar junto a los trabajadores ocupados y desocupados que frente a la inflación generada por los grandes intereses económicos formadores de precios, defienden la capacidad adquisitiva de sus salarios o planes sociales, y exigirle al poder político la profundización e implementación de políticas que vuelquen la balanza hacia la defensa de las condiciones de vida digna de los sectores populares. El Estado en todos sus niveles debe dar el ejemplo con condiciones laborales y salarios dignos para todos sus trabajadores.
Tenemos que lograr entre todos poner como principal eje de la agenda social la distribución de la riqueza; y desterrar los intentos de quienes pretenden esconder las consecuencias de la desigualdad con políticas de mano dura.
La lucha por la tenencia de la tierra y una vivienda digna, no puede ser respondida con represión y muerte como ocurrió en Villa Soldatti o con el pueblo Qom. Los asesinatos de Roberto López de la comunidad La Primavera de Formosa, Bernardo Salgueiro, Rosmarí Churacuña y Juan Quispe de Villa Soldatti, nos obligan a repudiar toda respuesta represiva contra las luchas populares. Así como repudiamos las expresiones xenofóbicas de algunos sectores de la sociedad, como las del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri.
A su vez, debemos unir nuestras voces y cuerpos para impedir que los grandes capitales sigan profundizando el saqueo de las riquezas de nuestros suelos, ríos, mar y subsuelos; nueva gran estafa que pagarán las próximas generaciones de argentinos, y que hoy ya pagan, desde ANDALGALÁ a San Lorenzo, los pueblos contaminados, los campesinos desplazados, los pueblos originarios.
También debemos estar juntos para defender e impulsar el proceso de construcción de la unidad latinoamericana, en la que están inmersos numerosos países de nuestra América del Sur y el Caribe.
La lucha por los derechos de la mujer, de la diversidad sexual, de los jubilados y de nuestros chicos, son también banderas que nos convocan a la unidad. Celebramos como una importante conquista la reciente sanción de la nueva ley de matrimonio igualitario. Por otro lado debemos denunciar y repudiar el aumento de los feminicidios y de los casos violencia familiar. También coincidimos en la necesidad de defender el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
El 24 de marzo de 1976, los militares golpistas, alcahuetes y empleados de los poderes imperiales, vinieron a barrer con las luchas y banderas de una generación que soñó otro país. Bajo la Doctrina de Seguridad Nacional desplegaron un estado de terror sistemático. Utilizaron el aparato del estado para imponer una política en benefició de los grandes grupos económicos, liquidaron las libertades democráticas, las conquistas de los trabajadores y se dedicaron a aniquilar todo vestigio de resistencia a sus planes.
Treinta mil desaparecidos, miles de presos políticos y exilados, torturas, asesinatos, robos de bebes, ejecuciones sumarias presentadas como enfrentamientos fueron el telón de fondo donde se desarrolló la tragedia de la nacionalización de las deudas privadas de grandes empresas como Acindar o el Swift, para generar la mas fabulosa estafa en la historia del país como es la deuda externa, la que deberá ser investigada. La relación entre esas empresas y el genocidio, entre otras denuncias, formaba parte de los expedientes robados de los tribunales rosarinos por los personeros de la impunidad. Pedimos que se reabra una investigación sobre la sustracción de esos expedientes.
Debemos señalar como otro de los aberrantes crímenes cometidos en el marco del terrorismo de estado, el desastre que la dictadura realizó en Malvinas, donde centenares de jóvenes también murieron heroicamente a pesar de la traición de los genocidas ‒los cuales jamás mostraron interés real por la soberanía nacional, que fue vendida vergonzosamente durante el gobierno de facto‒. Hoy los sobrevivientes de la guerra -a los que todos acompañamos en su reclamo-, demandan que haya juicios por los vejamenes y tormentos a los que fueron sometidos por los militares golpistas, y que sean considerados crímenes de lesa humanidad. No renunciamos a la soberanía de nuestro pueblo sobre ese territorio nacional y sus recursos naturales.
Condenamos la intervención militar genocida de EEUU, Francia, Inglaterra, España e Italia en Libia. Como sucedió antes en Irak y Palestina. Repudiamos toda intervención militar extranjera en América Latina como el caso de los intentos de golpe en Ecuador y Bolivia, y el golpe en Honduras.
Debemos decir que desde el mismo inicio del genocidio ya había empezado a gestarse la resistencia. Los organismos de derechos humanos, con Madres y Familiares a la cabeza, juntos a decenas de miles de trabajadores, estudiantes, artistas, intelectuales y referentes populares, bajo múltiples formas, comenzaron la lucha y la denuncia activa contra el terrorismo de estado, que seguía matando, desapareciendo, robando los hijos de los militantes asesinados.
En lo económico, la dictadura había abierto las bases de la exclusión social, la desocupación, la precarización laboral, y el modelo de país del cual todavía hoy sufrimos consecuencias: miles de familias sin trabajo, miles de niños y jóvenes sin oportunidades, nuevas formas de exclusión y de muerte. En esa faena los militares no estuvieron solos. Los acompañaron, los secundaron, los asesoraron distintos sectores como la iglesia, parte de los dirigentes de partidos políticos y dirigentes sindicales, importantes segmentos del poder judicial y periodistas, intelectuales y empresarios. Claro que muchos de ellos abandonaron el barco y buscaron reconvertirse cuando la dictadura fue derrotada.
A 28 años desde la caída de la dictadura y la instauración de un gobierno constitucional, las ilusiones y expectativas por el juicio y castigo se diluyeron muchas veces a lo largo de estos casi treinta años. Al fervor del Juicio a las Juntas les sucedieron la Obediencia Debida, el Punto Final y el Indulto, que permitieron que los asesinos quedaran en libertad y hasta se presentaran como “políticos confiables”, como el caso de Patti, Bussi o Pedro Pili Rodríguez.
Durante décadas el FMI signó las políticas económicas del país, profundizando los efectos devastadores de la política de la dictadura. Vimos engrosar la lista de nuestros mártires con los nombres de Teresa Rodríguez, De Kostequi y Santillán, De Carlos Fuente Alba, del Pocho Lepratti y Graciela Costa, de los asesinados 2001, de Mariano Ferreyra, entre tantos más. Cientos de jóvenes ajusticiados por el gatillo fácil. La cárcel y persecución de miles de luchadores sociales que levantando la bandera de nuestros desaparecidos no abandonaron nunca la lucha.
Aquí debemos hacer un señalamiento ineludible: porque 2001 no sólo significa la puesta en crisis de un modelo; para nosotros, los rosarinos y santafesinos, también es el recuerdo de nuestros compañeros y compañeras, el de las nueve víctimas que en la provincia de Santa Fe se cobró la policía de Carlos Reutemann y Enrique Álvarez, y el compromiso permanente con el reclamo de juicio y castigo para los responsables materiales y políticos de los asesinatos de Juan Alberto Delgado, Rubén Pereyra, Ricardo Villalba, Walter Campos, Yanina García, Graciela Acosta, Claudio Lepratti, Graciela Machado y Marcelo Paccini! A casi diez años nos indigna la falta de voluntad política para impulsar una investigación independiente.
Ese mismo compromiso es el que nos debe impulsar para que el reclamo de Aparición con vida de Jorge Julio López no se transforme en una consigna vacía. Su desaparición hace más de 4 años es un hecho que marcó un punto de inflexión en nuestra historia inmediata, y que obliga a asumir las responsabilidades que les caben, al poder político y judicial. La necesidad de desterrar la impunidad hoy, se hace más presente que nunca frente a la desaparición de Luciano Arruga, o al reciente asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra (asesinado en el marco de una protesta contra las tercerización laboral, a manos de una patota al servicio de burócratas del sindicalismo empresarial). El homicidio en nuestra provincia de la sobreviviente de la dictadura, y declarante en la causa Brusa, Silvia Suppo, nos hacen poner la lupa sobre la responsabilidad del Estado en la protección de los testigos.
Ha pasado mucho tiempo. Pero a partir de la lucha popular logramos algunos triunfos. La caída y nulidad de las leyes de impunidad han abierto una nueva instancia, no sin dificultades y escollos: la acción sistemática del poder judicial para entorpecer y demorar los juicios y la complicidad de muchos estamentos de los poderes del estado en todas sus formas para que esto sea así.
Es importante para la salud de los pueblos festejar las victorias. Por eso celebramos las cinco condenas obtenidas en el marco del primer juicio a los genocidas en Rosario, en la causa Guerrieri, del mismo modo que lo hicimos con la sentencia de la causa Brusa en Santa Fe.
Consideramos victorias también, arrebatadas a los genocidas, la recuperación de los cuerpos de tantos compañeros desaparecidos que fueron restituidos durante el curso del último año en la provincia:
Cristina Cialcetta Marull, Yves Domergue (militantes del PRT-ERP), Roberto De Vicenzo, Oscar Alfredo Bouvier, Rubén Juan Forteaga, María Esther Ravello, Gustavo Pon (militantes peronistas Montoneros), Roberto Borda, Carlos Alberto Bosso, María Isabel Salinas de Bosso, (militantes del peronismo revolucionario) que pudieron tener el merecido homenaje que sus compañeros, amigos y familiares siempre quisieron rendirle.
Consideramos este momento de juzgamiento a los represores de la dictadura como una victoria. Pequeña todavía ‒estamos hablando de sólo cinco represores‒, pero victoria al fin. Será responsabilidad de todos nosotros continuar la pelea para que los genocidas tengan lo que corresponden: la cadena perpetua con cárcel común y efectiva. Si en 2010 conquistamos las cinco condenas, en este 2011 vamos por más genocidas en la cárcel.
Exigimos la prisión preventiva para todos los represores en juicio. La recientes ausencias de sus controles del genocida José Scorteccini, son una prueba de que es necesario de que sigan los procesos en la cárcel.
También exigimos que las violaciones cometidas en los centros clandestinos de detención sean juzgadas como crímenes de lesa humanidad.
Tenemos en claro que lo que nos permitió avanzar hasta aquí con los juicios contra los genocidas, es el compromiso de millones de personas que se expresa en esta multitudinaria movilización; es la lucha de distintos sectores y organizaciones. Ese compromiso es el que nos posibilita afirmar que aquella consigna de Juicio y Castigo, no alude solamente al reclamo de justicia por los crímenes perpetrados, sino que además implica un debate colectivo sobre el modelo económico, social y cultural que la dictadura inauguró. El juzgamiento a los ejecutores del genocidio debe permitir una construcción social que reflexione y articule alternativas a la herencia de fragmentación social, concentración económica y desmantelamiento del Estado que trajo aparejado.
Pero no queremos ni podemos quedarnos acá. Queremos ir por más. Queremos cada vez más instalar los juicios contra los genocidas en toda la sociedad. Queremos ver condenados a los asesinos, y no sólo a cinco, sino a todos. Queremos decir presente en cada uno de los juicios peleando en todas las instancias, en la calle y a través de nuestros abogados.
Para eso los convocamos a hacerse presentes día a día, a hacer el aguante frente a los tribunales de calle Oroño. Los invitamos a ser parte de una gran cadena humana y solidaria que nos permita llevar adelante este objetivo. Creemos que es el mejor homenaje que podemos rendir a la lucha de de más de treinta y cinco años y a nuestros desaparecidos.
¡Cadena Perpetua y cárcel común y efectiva para los genocidas del juicio Díaz Bessone!
¡Sentencia firme para todos los condenados en Argentina por delitos de lesa humanidad!
¡Juicio y castigo para todos los responsables del terrorismo de estado y sus cómplices!
¡Prisión preventiva para todos los represores!
¡Por que las audiencias sean verdaderamente públicas y abiertas para la comunidad y la prensa!
¡Restitución de la identidad de los niños, hoy jóvenes, apropiados por la dictadura!
Repudiamos la obstrucción a la justicia que el grupo Clarín realiza para no permitir que se conozca la identidad de los hijos apropiados por Ernestina Herrera de Noble.
¡Aparición con vida de Jorge Julio López!
¡Exigimos una investigación amplia sobre el asesinato de Silvia Suppo, que no esconda la hipótesis del homicidio político!
¡Exigimos el Juicio y Castigo a los responsables materiales y políticos de los asesinatos de Sandra Cabrera, Maximiliano Kosteki, Darío Santillán, Carlos Fuentealba, Roberto López, Bernardo Salgueiro, Rosmarí Churacuña, Juan Quispe de Villa Soldatti, Mariano Ferreyra.
¡Y exigimos que esa Justicia que deja impunes a los asesinos de estos compañeros, no persiga y procese a los luchadores sociales!¡No a la judicialización de la protesta! Cierre de las causas de los estudiantes de la UNR!
¡Exigimos el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los 35 asesinatos de diciembre de 2001!
¡Exigimos la aceleración de las tantísimas causas por crímenes del terrorismo de estado que todavía duermen en los tribunales!
¡Exigimos que los crímenes sufridos por los soldados ex combatientes de Malvinas, sean encuadrados jurídicamente como delitos de lesa humanidad!
Solidaridad con todos los pueblos en lucha. Exigimos la no intervención militar extranjera en ingún país. Por el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
¡Repudiamos la intervención militar de Estados Unidos y las potencias europeas en Libia. Exigimos al respeto a la integridad territorial de esa Nación!
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos
Por el triunfo de todas las luchas populares en el camino de la distribución de la riqueza y la justicia social. 30.000 compañeros desaparecidos: ¡Presentes, ahora y siempre!
mandar adhesiones a: juicioycastigorosario@gmail.com
Madres de plaza 25 de Mayo
Familiares de desaparecidos por razones políticas
(APDH) Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
MEDH (Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos)
H.I.J.O.S. (Hijos e hijas por la identidad y las justicia contra el olvido y el silencio)
COLECTIVO DE EX-PRESOS POLITICOS Y SOBREVIVIENTES ROSARIO
Liga Argentina Por los Derechos de Hombre
Partido Solidaridad e Igualdad
Movimiento Evita Rosario
Juventud Peronista Evita
Unión de Estudiantes Secundarios
Corriente popular universitaria (Movimiento Universitario Evita, Jure, CPU)
Juventud Guevarista de Rosario
MUR (Músicos Unidos de Rosario)
Colegio de Abogados Rosario
Escuela de Psicologia Social Dr. Enrique Pichon Rivier.
Comisión Gremial LA TOMA
COORDINADORA DE TRABAJO CARCELARIO
COMISION DE DERECHOS HUMANOS DE VILLA GDOR. GALVEZ
ASAMBLEA DE EX-PRESOS ROSARIO
SI.TRA.TEL
PARTIDO SI
MESA FRENTE PROGRESISTA CIVICO Y SOCIAL ROSARIO
FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN REGIONAL ROSARIO
CENTRO DE ESTUDIANTES FACULTAD DE PSICOLOGIA UNR
CENTRO DE ESTUDIANTES FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y RELACIONES
INTERNACIONALES UNR
SECRETARIA DE DD HH CENTRO DE ESTUDIANTES FACULTAD DE CIENCIA POLITICA Y RELACIONES INTERNACIONALES UNR.
ESPACIO DE TRABAJO DE DD HH FACULTAD DE PSICOLOGIA UNR
Mesa de encuentro Barrial
CTA Provincia de Santa Fe
AMSAFE Provincial
Movimiento de Articulación Popular
Partido Comunista
Federación juvenil Comunistas
Carta abierta provincia de Santa FE
AMSAFÉ Rosario
CTA Rosario
COAD
CCC CORRIENTE CLASISTA Y COMBATIVA
PUEBLOS ORIGINARIOS EN LUCHA
COMEDORES INDEPENDIENTES
CENTRO DE ESTUDIANTES DE CIENCIAS MEDICAS
CENTRO DE ESTUDIANTES UTN
SECRETARIA GENERAL CENTRO DE ESTUDIANTES DE HUMANIDADES Y ARTES
ALDE AGRUPACION DE LUCHA POR LOS DERECHOS DE LOS ESTUDIANTES
TECNOLOGICOS AUTOCONVOCADOS
MUS MOVIMIENTO DE UNIDAD SECUNDARIA
CENTRO CULTURAL “LA REVUELTA”
PARTIDO DEL TRABAJO Y DEL PUEBLO
Movimiento Proyecto Sur (MST-PSA y Partido Proyecto Sur)
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